A LA MEMORIA DE CARLOS EROLES
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El 7 de noviembre de 2009, cuando estábamos preparando el libro
Voces y silencios de la discriminación nos llegó la triste noticia
de la muerte de Carlos Eroles, a cuya memoria, con justicia, le está
dedicado. La noticia me encuentra analizando la intervención de
Eroles en esta jornada, pero esta vez no la comentaré.
Muchos recordamos a Eroles en el ámbito académico donde
desarrolló una notable labor pero sobre todo lo tenemos presente
como un hombre sencillo, sensible y estudioso, de enorme compromiso
con los derechos humanos.
Era un líder de las organizaciones no gubernamentales que
plantearon con fuerza y convicción la grave problemática de las
personas con discapacidad. Su lucha trascendió el ámbito nacional y
fue un gran impulsor de medidas y propuestas de alcance
internacional, como fueron los convenios que finalmente se adoptaron
en el plano regional –de la OEA–, y en el plano universal –de las
Naciones Unidas–. Representó a la Argentina en el Comité de
Seguimiento de la Convención Interamericana para la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación Contra las Personas con
Discapacidad y cubrió innumerables espacios como experto. Gran parte
de su labor está registrada en catorce libros y en cientos de
artículos; en videos y conferencias, y constituye no solamente un
testimonio de lucha desde la adversidad en favor de las personas que
enfrentan dificultades, sino una herramienta de gran actualidad para
que otros emprendan o continúen esa lucha eficazmente. Sin duda,
Eroles es un entrañable ejemplo para nuestra sociedad y para las
personas con discapacidades.
Lo recuerdo también como un querido amigo con el que compartí
amables encuentros y las coincidencias propias de quienes transitan
los mismos espacios, de modo que si yo fuera poeta podría dedicarle
una elegía como la que Miguel Hernández le ofrendó a Ramón Sijé y
decirle, como él:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Y nada sería mas acertado que esto último, porque con Carlos
siempre hemos tenido muchas cosas de que hablar y tantas otras que
nos quedaron por decir. También le diría que él le dio a la sociedad
mucho más de lo que recibió de ella, y él sabría que no es un
cumplido de circunstancia.
(1) Intervención de Leandro Despouy en el cierre
de la Jornada “Voces y silencios de la discriminación”
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